España
Historia
Los primeros humanos
llegaron al territorio de la actual España hace 1 200 000
años. Durante los milenios siguientes el territorio fue invadido y colonizado
por celtas (aunque
se baraja la posibilidad de que éstos se tratasen de un pueblo autóctono de la
Península), fenicios, cartagineses, griegos y hacia el 200 a. C. la
mayor parte de la Península comenzó a formar parte del Imperio
romano. Tras la caída de Roma, se estableció el Reino
visigodo. Dicho reino se inició en el siglo V y
se mantuvo hasta comienzos del siglo VIII.
En el año 711 se
produjo la primera conquista desde el Norte de África; en pocos años
el Islam dominaba
gran parte de la Península Ibérica. Durante los 750 años siguientes, se
establecieron moros independientes, aunque el área dominada por los
musulmanes era conocida con el nombre global de al-Ándalus.
Mientras gran parte del resto de Europa permanecía
en la Edad Oscura, al-Ándalus florecía cultural,
científica y artísticamente.
De modo simultáneo se
produjo la Reconquista, por la que los primeros reinos
cristianos de lo que se acabaría convirtiendo en España buscaron arrebatar el
territorio a los musulmanes. Comenzada aproximadamente en 722 con la rebelión
de Don Pelayo y
partiendo desde el Norte, avanzó durante los siglos VIII a XV culminando
con la conquista de Granada en 1492. Durante este periodo
los reinos y principados cristianos se desarrollaron notablemente; gradualmente
en un proceso de concentración, la unión de los dos más importantes, Castilla y Aragón,
por el matrimonio en 1469 de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) posibilitaría la
formación del Reino de España.
En 1492 los Reyes
Católicos financiaron el proyecto del explorador Cristóbal Colón de buscar una nueva ruta
comercial con Asia a
través del océano Atlántico. Su llegada al Nuevo Mundo y
la consecuente conquista de América llevaron a la
creación del Imperio español. Durante los siguientes siglos
España se alzó como actor central de los asuntos europeos y mundiales. Durante
los siglos XVI y XVII tendría
lugar también la época de apogeo de la cultura española conocida como Siglo de Oro.
Sin embargo, durante este periodo se produce también la expulsión de los judíos
y musulmanes (en 1492) y se establece la Inquisición,
que posteriormente gozará de un gran poder.
El imperio colonial,
cuyos últimos restos España mantuvo bajo su control hasta finales del s. XIX,
incluía América del Sur (con la excepción de la zona bajo dominio portugués), grandes zonas de
América en diverso grado de influencia o control, las islas Filipinas en
Asia, así como enclaves de diversa importancia en las costas en África.
Incluía además numerosas posesiones en Europa (los Países Bajos españoles, el Ducado de
Milán, el Reino de Nápoles o el propio Reino de
Portugal hasta 1640), la mayoría de ellas perdidas tras la paz de
Utrecht de 1713.
España mantuvo durante
este período diversos enfrentamientos con sus vecinos de la Europa continental,
especialmente con Inglaterra (incluyendo el fracaso de la conocida como Armada
Invencible) y Francia. Con la muerte de Carlos II en 1700, la casa de
Austria se extinguió para dejar paso a la de los Borbones tras
la Guerra de Sucesión. España fue perdiendo
progresivamente su preponderancia militar y tras sucesivas bancarrotas el país
redujo paulatinamente su poder; a finales del siglo XVIII ya
se había convertido en una potencia de segundo orden.
La Francia de Napoleón invade
la Península; meses después, el 2 de mayo de 1808, se inició la
sublevación popular que desembocaría en la Guerra de la Independencia española,
clave para la concepción misma de la nación. Durante la guerra y tras la
expulsión de los franceses en 1814, España sufrió la progresiva desintegración de la
mayoría de su imperio americano. El siglo continuó caracterizándose
en la metrópoli por la inestabilidad política y la puja entre liberales,
republicanos y partidarios del Antiguo
Régimen. Entre 1873 y 1874 tuvo lugar la I República. La llegada de la Revolución industrial a finales del
siglo elevó el nivel de vida de una clase media que
empezaba a ampliarse en algunos núcleos principales; sin embargo la Guerra hispano-estadounidense de 1898 (conocida como
el Desastre del 98), con
la pérdida de la mayoría de los restos del imperio, supuso un profundo choque
en la sociedad española.
Mientras el nivel de
vida crecía (en parte por la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial) y la integración
con el resto de Europa progresaba, la inestabilidad política marcaba el primer
tercio del siglo XX.
Tras la salida del país de Alfonso XIII, en 1931 se proclamaría la II República, que acabaría en 1936 con un golpe de estado militar y
la subsiguiente guerra civil, que se saldaría en 1939 con
la victoria del bando acaudillado por el General
Franco. Desde entonces el país se sumergió en la dictadura franquista, que se mantuvo hasta
la muerte del dictador en 1975.
España fue oficialmente
neutral durante la Segunda Guerra Mundial; a las décadas de posguerra,
marcadas por la pobreza y la represión política, siguió un importante
crecimiento económico durante las décadas de los 60 y los 70, en un país que
permanecía cultural y políticamente reprimido. Tras la muerte de Franco y la
aprobación de la Constitución de 1978, en el transcurso de
la conocida como Transición comenzó una transformación
gradual del país hacia la consolidación de la actual democracia (cuyo Jefe de Estado es el rey Juan Carlos I),
con un desarrollo económico paralelo que la ha colocado de nuevo entre los
países más desarrollados del mundo (España fue el 12º país del mundo por PIB en 2010 según
el FMI).
España ingresó en la Comunidad Económica Europea (actual UE)
en 1986 bajo el gobierno socialista de Felipe
González. Se Organizaron la Copa Mundial de Fútbol de 1982 y
los Juegos Olímpicos de Barcelona en
1992. En 2002,
bajo el gobierno conservador de José María Aznar se adoptaba el euro como moneda
oficial. En 2005,
con los socialistas José Luis Rodríguez Zapatero en el
poder, España se convirtió en la tercera nación del mundo en permitir el matrimonio y derecho de adopción a
las parejas del mismo sexo. En 2011 los conservadores volvieron a
obtener el poder, consagrado Mariano Rajoy como presidente del gobierno de España.
Cultura:
El Flamenco es un
arte que se presenta en dos variantes: Música y Baile. En la música, el Cante y
la Guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos
(como la percusión) y acompañamientos (como las palmas) que generalmente están
presentes y juegan un papel muy importante.
El Baile es muy
expresivo y cada parte del cuerpo ha de moverse de forma coordinada: Los pies,
las piernas, las caderas, el talle, los brazos, las manos, los dedos, los
hombros, la cabeza...
Para aprender
flamenco, como en otras manifestaciones artísticas, son necesarios dos
ingredientes: Alma y técnica, y esto no resulta meta fácil cuando consideramos
que el flamenco es muy rico y complicado. Se pueden contar más de 50
"Palos" del flamenco. Cada "Palo" tienen su propio ritmo,
su propia armonía y, en caso de que sea un palo bailable, cada cual se
interpretará con una danza diferente.
Corrida de Toros
Explicar en qué consiste una corrida de toros es tarea ardua, ya que supone encorsetar a un espectáculo que es muy diferente a todos los demás y de otro lado porque como todo arte siempre es diferente. Sin embargo podemos considerar un rito y unas pautas que se repiten casi siempre, y éstas son las que vamos a describir:
En una corrida generalmente
tres toreros lidian (torean) seis toros, de ellos dos cada torero. Los toreros
realizarán su faena por orden de antigüedad, la cual viene dada por la fecha de
su "alternativa" (especie de de licenciatura). Así al primer torero
le tocará lidiar el primer toro, al segundo el segundo y al tercero el tercer
toro, continuando el primer torero con el cuarto toro y así sucesivamente.
El comienzo de la
corrida se abre con el paseíllo, especie de cortejo por el que desfilarán ante
el público todos los que intervienen directamente en la misma. Abren este
cortejo los dos alguacilillos que van a caballo, y atraviesan la plaza para
dirigirse a la Presidencia y pedirle simbólicamente la llave de la" puerta
de los toriles" (donde se guardan los toros). Detrás van los tres toreros,
seguidos respectivamente por los miembros de sus cuadrillas, compuestas por
tres banderilleros y dos picadores. Apareciendo al final del cortejo los mozos
y mulas de arrastre (que son los encargados, una vez muerto el toro, de retirarlo
de la plaza).
Gastronomía
Debido a la calidad y variedad de sus productos, con los que se elabora la saludable dieta mediterránea. La gastronomía de España es un importante atractivo turístico.
No podemos hablar de una cocina en concreto de
España, ya que habría que hacerlo sobre cada cocina regional que compone
nuestro país. La gastronomía de España mantiene unos rasgos comunes y
característicos, como son el aceite de oliva, “oro líquido”, tanto en crudo
como en frituras. Los sofritos tan importantes en el momento de elaborar
recetas de cientos de platos. El empleo de ajo y cebolla como condimentos
principales en las preparaciones de los alimentos. El hábito de la copita de
vino en las comidas y el consumo de pan en las mismas.
La sana costumbre
de tomar ensaladas y el consumo a la hora de tomar un postre como una pieza de
fruta o algún producto lácteo.
Y como olvidar el
momento más dulce en el que podemos encontrar una gran variedad de tartas y
pasteles. Entre los platos típicos de españoles hay
que destacar la famosa tortilla de patatas, la paella, los pistos, el gazpacho,
las migas o los embutidos (jamón serrano, chorizo, morcilla), así como los
quesos (no hay región que no tenga los suyos). Son frecuentes los platos con
legumbres como base (lentejas, garbanzos, alubias, etc.), los cocidos o
potajes, aunque cada región tiene estos platos con sus propias características.
También el pan tiene muchas formas de realizarse, dando variedades muy
distintas en cada región.
Pero donde más
coinciden las distintas regiones de nuestro país, es en los postres y dulces,
ejemplos como el flan, las natillas, el arroz con leche, las torrijas, las
magdalenas o los churros, son algunos de los más representativos.
Geografía
España está situada al suroeste de Europa, en la Península Ibérica. Comparte este territorio peninsular con Portugal, ocupando un 80% del mismo. Aparte de la península, incluye las islas Baleares, (Mallorca, Menorca e Ibiza), en el mar Mediterráneo, las Islas Canarias (compuestas por 7 islas y varios islotes) en el Océano Atlántico, al suroeste de la península, frente a la costa de Marruecos, y al norte de África cuenta con las ciudades de Ceuta y Melilla. Es el 3º país europeo en extensión y el 5º en población. Al norte limita con Francia y Andorra, encontrando su frontera natural en los Pirineos.
Geográficamente posee cinco grandes cadenas
montañosas que la atraviesan y casi un 50% de su territorio se asienta sobre
mesetas. Sus costas están bañadas por el mar Mediterráneo, en el Este, desde
los Pirineos hasta Gibraltar, por el Océano Atlántico en su costa Oeste, que en
la península se extiende desde Gibraltar hasta Galicia, correspondiendo la
mayoría de esta costa a Portugal, y en su costa Norte por el mar Cantábrico.
Sus paisajes presentan una extraordinaria
variedad, pasando desde zonas desérticas hasta los más verdes y jugosos campos,
donde montañas, valles, ríos y playas originan una gran variedad climática.
Economía
La larga y profunda crisis que atraviesa la
economía española, al menos está sirviendo para corregir los elevados
desequilibrios, que, precisamente, se encuentran en su origen; por tanto,
deberá servir para sentar las bases de un crecimiento más sano y duradero.
Entre estos desequilibrios destaca especialmente la tradicional dependencia de
la financiación exterior.
Economía
A este respecto, por primera vez en 15
años, se ha generado capacidad de financiación en dos trimestres consecutivos,
y la cifra del cuarto trimestre de 2012 es la más alta de la serie (9.500
millones de euros, equivalentes al 3,5% del PIB). Por tanto, el ahorro en
España de todos los agentes vuelve a superar a la inversión, por primera vez en
mucho tiempo. El sector privado, básicamente las empresas (aunque también las
familias), es el responsable de estos buenos registros, si bien también hay que
destacar el esfuerzo de consolidación fiscal de las AA.PP., máxime en un
contexto tan complicado. En consecuencia, la necesidad de ahorro externo en el
conjunto del pasado año fue de tan sólo 2.365 millones (0,2% del PIB), la cifra
más baja desde 1998.
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